2 de cada 10 personas son altamente sensibles, indistintamente de si son hombres o mujeres. Llegué a la conclusión de que apenas hay información que hable sobre los hombres, así que me decidí a hacer esta pequeña entrevista a modo de introducción al tema.
Entrevista a un hombre de entre 20-30 años que se abre para descubrirnos cómo es vivir con alta sensibilidad.
¿De qué manera vives tu sensibilidad? ¿Hay algo que te afecte más en tu día a día?
Intentar gestionar las emociones es complicado. Si estamos bien, estamos que nos salimos, y si estamos mal, parece que el mundo se nos echa encima. Encontrar un balance a veces es muy complicado y eso afecta a la rutina diaria.
¿Crees que tu sensibilidad te ha llegado a dar problemas?
Personalmente, creo que solo me ha dado problemas en momentos puntuales. Lo pasé realmente mal una vez que no quería hacer daño a alguien que también era sensible y que había pasado más o menos un sufrimiento muy similar al mío. Al ser sensible, intentas siempre evitar hacer ese daño que tú has pasado a los demás… y más cuando están pasando más o menos por tu situación. Sabiendo que es buena persona y que no se merece ningún mal… pero aun así, siempre hay que tomar decisiones. Creo que incluso juraría que yo lo pasé peor cuando tomé esa decisión. Me sentía una persona despreciable… En resumen, está bien intentar ponerse en la piel de la otra persona, pero al ser más sensible, te afectan esos sentimientos más de lo normal.
¿Cómo ves la sensibilidad en el amor?
Bien y mal. Cuando muestras tu cariño a la otra persona, los que somos más sensibles lo hacemos con un sentimiento de amor verdadero y muy intenso. En mi caso, no suelo mostrar este sentimiento a cualquiera, solo a las personas con las que realmente siento una confianza y un lazo muy fuerte. Lo malo de todo esto es cuando esa relación o esos sentimientos no son correspondidos. Al ser más sensibles, sentimos ese rechazo con más intensidad. Nos abrimos mucho a la persona en la que de verdad confiamos, y eso a veces nos ciega en ver que está la posibilidad de que esa persona no sienta tanta confianza o de que el amor no sea mutuo. Se podría decir que es como apostar a todo o nada. A todo el mundo le afecta el rechazo o no ser correspondido, pero al ser más sensibles, el impacto es mayor. Es por eso que a veces nos tendemos a comparar con los demás. «Ese chico está mal, pero ¿por qué lo lleva mejor que yo? ¿Acaso estoy exagerando? ¿Quizás sea débil?», son preguntas que solemos pensar.
¿Crees que la alta sensibilidad puede ser una virtud?
Sí. Muchas veces agradezco ser sensible. Es cierto que en ocasiones nos complica la vida, pero también saca nuestro lado más poético y vemos las cosas con un sentimiento especial. Nos gusta también la nostalgia y recordar los tiempos felices. En general, considero que las personas sensibles son buenas personas. No intentan hacer daño o aprovecharse de alguien. Pienso también que somos personas de confianza. Intentamos siempre hacer que la otra persona esté a gusto y cómoda.
En mi caso, tengo un amigo que es justo lo contrario a mí. Sale mucho de fiesta, su forma de ser es muy diferente y demás… pero a veces también esas personas necesitan hablar con calma, seriedad y confianza. Por eso, le gusta mucho hablar conmigo. Le aporto ese tipo de cosas que a lo mejor no le aporta otra amistad en donde el cachondeo o la juerga son los temas principales y quizás no haya tanto tiempo de hablar seriamente o profundizar sobre temas más sensibles. No por nada nos consideramos hermanos. Obviamente, también bromeamos mucho, pero se nota que conmigo tiene esa confianza en donde puede expresar sus sentimientos.
¿Para ti reconocerte como PAS fue un alivio? ¿Te ha ayudado?
Saber que es algo que está reconocido y no solo me pasa a mí me alivió mucho. No significa que seas débil, sino que sientes más.